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Sobre las
Numerarias Auxiliares

¿Quiénes son las numerarias auxiliares?

Son mujeres del Opus Dei, con la misma vocación que los demás miembros de la Obra y que, además, sienten una llamada específica para cuidar y fortalecer el ambiente de familia de los centros –casas del Opus Dei–. Y esta dedicación la asumen, entonces, como su trabajo profesional. Como cualquier profesión, requiere competencias especializadas, un plan de desarrollo y formación continua. 

 

Por otro lado, como los otros miembros del Opus Dei, tienen además sus círculos de amistades, aficiones, relaciones familiares, y participan de la misión evangelizadora de la Prelatura, colaborando con distintas iniciativas formativas o apostólicas. 

 

A quien le interese entender mejor cómo es la vida de una numeraria auxiliar, puede ver aquí algunos testimonios de Numerarias Auxiliares de distintas partes del mundo.

¿El trabajo de las numerarias auxiliares es remunerado?

Sí, es remunerado. La gran mayoría de los miembros del Opus Dei desarrolla su vida laboral en ámbitos que nada tienen que ver con el Opus Dei (como puede ser un maestro, una médica, una abogada, un artista, un carpintero, etc.) y algunos pocos trabajan en tareas organizativas relacionadas con el Opus Dei o en las casas en las que viven sus miembros. Para las numerarias auxiliares, esa llamada desde el trabajo se concreta en su elección profesional del cuidado de las personas y actividades ligadas a la Prelatura. Ese trabajo, como cualquier otro, está remunerado.

Se ha dicho que las numerarias auxiliares son el servicio doméstico del Opus Dei.
¿Esto es así?

No, su misión no se reduce a realizar una serie de tareas materiales en los centros que en diversa medida pueden y se deben hacer entre todas las personas que viven en una casa del Opus Dei; sino de preverlas, organizarlas y coordinarlas de tal manera que el resultado sea precisamente ese hogar donde todos se sientan en casa, acogidos, afirmados, cuidados y, a la vez, responsables.

En algunas entrevistas se ha asegurado que no existía una relación laboral formal.

El trabajo que desarrollan las numerarias auxiliares en los centros del Opus Dei se ajustó siempre a las leyes vigentes en cada época. Las numerarias auxiliares, que son contratadas por las asociaciones propietarias de los centros en los que trabajan, son contratadas por el régimen de la Ley de Contrato de Trabajo y bajo el convenio de UTEDyC.

 

Es importante resaltar que no se ha recibido ninguna denuncia laboral formal en los últimos 40 años y tampoco desde que se han realizado las acusaciones públicas, habiendo transcurrido casi un año y a pesar de que la Prelatura siempre estuvo a total disposición de la Justicia.

¿Las Numerarias Auxiliares tienen que entregar al Opus Dei su sueldo?

Cada una cobra su sueldo en forma bancarizada y dispone del mismo, entre otras cosas para cubrir sus gastos personales y de la casa en la que viven.

 

Este último punto es importante aclararlo porque parte del reclamo que han hecho las 43 mujeres nace aquí. Los numerarios, numerarias y numerarias auxiliares viven en casas comunes. Como miembros del Opus Dei viven el Evangelio desde el trabajo y en la vida diaria, esas casas se mantienen con el aporte de quienes habitan allí. Desde la directora de una multinacional, una docente, una enfermera, una diseñadora, una cocinera, todas aportan, en la medida de sus posibilidades, a mantener la casa en la que viven. En ese sentido, las casas funcionan como una familia o comunidad solidaria en donde todas o todos tienen las mismas comodidades a pesar de que el aporte sea diferente.

 

Parte de la disputa en lo que respecta a lo laboral nace de que el abogado de las mujeres que realizan los reclamos plantea que ese aporte voluntario que hacían a las casas en las que vivían cuando eran numerarias auxiliares representa, desde su punto de vista, una remuneración que no se les entregó.

Sobre el Instituto de Capacitación
para empresas de servicios (ICES)

En varias notas periodísticas se ha afirmado la siguiente frase: “se reclutaba a adolescentes pobres para trabajar gratis como servicio doméstico” ¿Que tienen para decir al respecto?

Es absolutamente falso. Esta acusación grave y deshonesta hace referencia a una iniciativa socio-educativa promovida por la Asociación para el Fomento de la Cultura (asociación sin fines de lucro con personería jurídica N. 1766) y que se llamó Instituto de Capacitación para Empresas de Servicios (ICES). Este fue un Centro de Enseñanza media, oficial, de gestión privada, dependiente de DIPREGEP (Dirección Provincial de Escuelas de Gestión Privada), y autorizado por el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación quien, además, otorgaba el reconocimiento oficial de todos los planes de estudios.

 

El instituto nació en 1973 como un plan de Ciclo Básico de escuela media (1° a 3°, 13 a 15 años) de modalidad técnica especializado en Administración de Servicios en hogar e instituciones. Teniendo en cuenta el contexto socio-cultural de esos años, en el que muchísimas chicas de contextos vulnerables sólo terminaban la escuela primaria, la iniciativa buscaba generar una opción que permitiera transitar un ciclo de escuela media (para luego poder finalizar la secundaria en otra institución) y, además, dar formación técnica para un oficio.

 

Luego, con la ley federal de educación n° 24.195 se da un giro y el ICES dejó de ser un ciclo básico de escuela media para transformarse en un Polimodal (3 últimos años del secundario, 15 a 18 años) con modalidad en Producción de Bienes y Servicios, con orientación en Hotelería.

 

Por ser una institución de enseñanza privada gratuita facilitaba el acceso a aquellas chicas procedentes de contextos de menos recursos económicos. El ICES ofrecía además vivienda en el edificio contiguo al colegio a las alumnas del interior. El plan combinaba la enseñanza teórica con prácticas de aprendizaje que se realizaban en el centro de prácticas anexo a su sede.

 

En 43 años de recorrido de la institución (1973-2016) el total de alumnas fue de 1.080, de las cuales un 65% egresó con una titulación. Muchas de ellas lograron integrarse al mercado laboral en relación de dependencia especialmente en los sectores gastronómico, turístico y de la salud y otras desarrollaron sus propios emprendimientos. Del total (1.080), sólo 140 alumnas pidieron ingresar al Opus Dei (13%).

 

Por eso, resulta totalmente inverosímil e infundada la acusación. El ICES fue una iniciativa educativa y de contención social, sin fines de lucro, para el que se invirtieron gran cantidad de recursos gracias al aporte de muchísimas personas y del Estado, que tenían aprobación y fiscalización de las autoridades provinciales y nacionales, y que dio una oportunidad a cientos de chicas de todo el país no sólo de seguir sus estudios sino de capacitarse para un oficio.

¿Las alumnas trabajaban?

Las alumnas no trabajaban, recibían capacitación profesional a través de los itinerarios formativos aprobados expresamente por el Ministerio de Educación. Las alumnas estudiaban en el colegio secundario (en la primera etapa, el ciclo básico de los tres primeros años; desde 1994 con la ley federal de educación, se pasó a los últimos tres años del bachillerato). Las distintas etapas tenían diversos formatos de orientación profesional que incluía prácticas técnicas, itinerarios formativos, etc.

¿Cuál era el centro de prácticas?

Las alumnas realizaban las prácticas de aprendizaje en las áreas de Hotelería y Gastronomía, en La Chacra y Las Tejas, dos casas pertenecientes a la Asociación para el Fomento de la Cultura, destinadas a la organización de actividades culturales. Estaban ubicadas en una zona anexa al colegio y a la zona de residencia.

¿Algunas alumnas no terminaron los estudios secundarios?

La oferta del ICES no era el secundario completo, por varias razones (entre otras, la capacidad edilicia de la escuela y la residencia estudiantil) y así lo sabían tanto las alumnas como sus padres. Fue algo siempre supervisado y aprobado por el Ministerio de Educación. Quienes egresaron del ICES en la primera etapa, anterior a 1994, podían acabar el secundario en otra institución. Algunas lo hicieron; otras prefirieron capacitaciones que no requirieron el título secundario completo, o eligieron no seguir estudiando.

¿Qué beneficios tenían las alumnas del ICES?

Además de recibir la educación correspondiente al plan de estudios propio del ICES, las alumnas contaban con una residencia que cubría todas sus necesidades de alimentación y vivienda; seguro escolar; gastos de esparcimiento; una contratación de medicina grupal por si necesitaban médico a domicilio.

¿Cuánto sabían los padres sobre la vida de sus hijas en el colegio ICES?

Tratándose de un colegio con residencia estudiantil, el vínculo con los padres siempre fue una prioridad. Al inscribirlas conocían la propuesta y mensualmente recibían información de las actividades a través de un boletín escrito por las mismas alumnas. Además, cada año se organizaba un encuentro de familias y era habitual que muchas de ellas hicieran largos trayectos para conocer el colegio y a las familias de las alumnas. Los padres firmaban un acuerdo institucional de convivencia en el que autorizaban, entre otras cosas, a que sus hijas participaran del sistema de prácticas de aprendizaje.

¿El ICES recibía inspecciones?

Como cualquier escuela, el ICES recibió a los inspectores de los organismos competentes en cada periodo informalmente y a modo de inspección de rutina como consta en su libro de actas que se conserva en la sede de la DIPREGEP. Se despachó casi semanalmente con la jefatura de Inspección por los temas de rutina. Además, se recibió al grupo de inspectores de la Jefatura varias veces, facilitando las instalaciones para las reuniones de trabajo y para atender a directivos de otras instituciones de la zona.

Sobre el reclamo del abogado
y las 43 ex-numerarias

¿Qué hizo el Opus Dei cuándo supo del reclamo de 43 mujeres que dicen haber trabajado sin recibir aportes?

Desde que se recibió este reclamo hubo intención de responder y ayudar a resolver la situación de cada una -como ya se ha hecho en otras ocasiones con personas que necesitaron resolver sus asuntos previsionales.

 

Además, se informó a las entidades propietarias de los centros en los que trabajaban las mujeres que realizan las acusaciones, quienes estudiaron el tema en sus comisiones directivas y coincidieron en que el reclamo no se ajusta a derecho y que además estaba ampliamente prescripto. No obstante, recomendaron estudiar los casos y los aportes de cada una de las personas que haya trabajado para las asociaciones y, en caso de haberse omitido algún período, completarlo y ayudarlas a obtener sus jubilaciones en caso que estuvieran realizando estos trámites.

Sobre el estilo de vida
de las numerarias auxiliares

¿Su vida sólo consiste en trabajar en la atención de los centros?

Como todas las personas del Opus Dei, el núcleo de su entrega pasa por la santificación de su trabajo, y de todos los momentos de su vida: esto significa que el tiempo dedicado a las amigas, al descanso, a la familia, al desarrollo de otras habilidades ajenas al trabajo profesional, son realidades tan importantes en su vida como el trabajo. Además, como todas las numerarias y numerarios, las numerarias auxiliares tienen en el año momentos dedicados a la formación y al descanso.

Se ha dicho que se obligaba a las numerarias auxiliares a practicar mortificaciones ¿Esto es cierto?

Es falso. Nadie en el Opus Dei está obligado a practicar mortificaciones. Es importante aclarar que la mortificación, como por ejemplo el ayuno u otras penitencias corporales, existen desde hace muchos siglos en la Iglesia Católica. Muchos de los santos más conocidos y estimados, como san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola y santa Teresita de Lisieux, los han usado. En el siglo XX también los han utilizado figuras como, por ejemplo, Santa Teresa de Calcuta. Algunas penitencias corporales como el ayuno y la abstinencia de la carne siguen siendo de precepto para todos los fieles católicos en determinados días de Cuaresma. Para muchos católicos, la mortificación ayuda a tomar conciencia de los sufrimientos de tantas personas en el mundo y a reflexionar sobre la tendencia natural a la comodidad personal, que tantas veces dificulta amar a Dios y a servir al prójimo. Pero en todos los casos es una elección personal, voluntaria y privada.

En la Obra se proponen algunas mortificaciones específicas a sus miembros, que libremente las asumen; quien no puede -por motivos diversos- procura tener esa misma actitud de unión con la Cruz por otros medios.

San Josemaría enfatizaba que la mortificación principal para quienes viven en medio del mundo consiste en "las pequeñas renuncias de cada día": cumplir fielmente los deberes profesionales y familiares, ser pacientes ante las contrariedades, practicar la templanza en las comidas, etc. Estas son las mortificaciones más valoradas en el espíritu del Opus Dei.

¿Es cierto que cuando manifestaban deseos de salir del Opus Dei se ejercía presión para evitar que lo hagan?

La libertad personal es un valor fundamental en el Opus Dei, tanto al momento de incorporarse como al decidir un cambio de camino. La Prelatura respeta profundamente las decisiones personales de cada individuo sobre su propia vocación.

El acompañamiento espiritual durante momentos de discernimiento o crisis vocacional es parte de la atención pastoral que ofrece la Prelatura a sus miembros. Este acompañamiento siempre busca ayudar a la persona a clarificar su propia situación interior y tomar decisiones con libertad y responsabilidad.

En una comunidad donde se comparten ideales y compromisos profundos, es natural que existan conversaciones sinceras cuando alguien considera cambiar su camino. Estas conversaciones buscan ofrecer apoyo y discernimiento, no ejercer presión.

La Prelatura ha perfeccionado continuamente sus procesos de acompañamiento en estos momentos, fortaleciendo la formación de quienes brindan orientación espiritual para asegurar que respeten plenamente la libertad y decisión personal. Para quienes sienten que su experiencia en este ámbito no fue positiva, el Opus Dei ha establecido canales de escucha en donde pueden compartir su experiencia y recibir el apoyo necesario.

Sobre la Oficina Permanente
de 
Sanación y Resolución

¿Cuáles fueron las conclusiones de la Comisión de Escucha y Estudio?

En primer lugar que la iniciativa mostró ser sanadora para quienes han participado de la misma: ha permitido pedir perdón en los casos que correspondía y llevar adelante acciones de reparación en esas situaciones específicas.

 

Esa conclusión ha llevado al Vicario Regional a constituir una Oficina de Sanación y Resolución que funcionará de forma permanente y estará abierta a personas que pertenecieron al Opus Dei, que todavía no se hayan acercado y que quieran hacerlo para resolver alguna cuestión concreta o conversar sobre sus vivencias en la Prelatura. 

 

También que es necesario que las Asociaciones Civiles que promueven los proyectos educativos, formativos, asistenciales o solidarios, inspirados en las enseñanzas del Opus Dei, continúen revisando las cuestiones laborales y previsionales de las personas que allí trabajan. 

 

Al mismo tiempo, que es importante que desde el Opus Dei se intensifique la formación de las personas que acompañan los procesos de discernimiento vocacional. También asegurarse que en todos los casos exista una separación entre plano personal y profesional, para que personas que cumplen funciones de acompañamiento o formación espiritual, no tengan vínculos profesionales directos con las personas que acompañan.

¿La Prelatura ha pedido perdón en aquellos casos que considera que correspondía?

A aquellas mujeres que han manifestado heridas les pedimos perdón por no haber sabido escuchar a tiempo para contener y evitar que se produzca el dolor que hoy manifiestan. Es evidente que hay casos en los que hemos fallado en acompañar y no es menor para quienes, como parte de la Iglesia Católica, queremos vivir una vida guiada por los valores cristianos. En eso hemos fallado y no sólo nos duele su dolor, sino también que no hayamos tenido la sensibilidad para verlo y entenderlo en su momento.  

 

Cada historia es diferente, y por eso consideramos que es tan importante escuchar a cada persona. De hecho, eso nos ha permitido pedir perdón personalmente en los casos que correspondía por cuestiones puntuales y llevar adelante acciones de reparación en esas situaciones específicas.

      

Sin embargo, se han dicho algunas cosas en los medios de comunicación que son falsas y descontextualizadas. Creemos que esas cuestiones deben ser aclaradas.   

 

Pero el hecho de que algunas personas hayan realizado manifestaciones falsas o descontextualizadas, no invalida su voz y no implica que puedan haber atravesado otras situaciones que sí ameriten pedir perdón. Por eso, este tipo de espacios de escucha son tan sanadores, porque permiten entender cada historia con sus particularidades.

¿Por qué se ha creado una Oficina permanente?

Cada persona tiene su tiempo y queremos respetarlo. Vimos que aquellas mujeres que asistieron manifestaron tener una buena experiencia, nos agradecieron y en algunos casos se pudo sanar y reparar. No queremos cerrar la puerta a esa posibilidad de sanación con el resto, por eso creamos una comisión permanente, para que cada una pueda acudir cuando lo sienta así, y sin límite de tiempo.

¿Cómo será el funcionamiento de la Oficina de Sanación y Resolución?

La Oficina de Sanación y Resolución es un equipo creado por el vicario regional para colaborar con él en la tarea de  escuchar y canalizar la respuesta a todas aquellas personas que, habiendo pertenecido en algún momento a la institución,  quieran compartir sus vivencias, ya sea para sanar, proponer mejoras o resolver alguna cuestión. 

La Oficina recibirá de parte del vicario a las personas que fueron de la Obra y libremente quieran hablar. También tomará la iniciativa de realizar otras entrevistas que sean necesarias.

Para esta función contará con personas que se dedicarán específicamente a la escucha, asesores jurídicos y de comunicación.

A partir del análisis de cada caso, recomendará a la Prelatura y a las entidades propietarias y gestoras, las medidas o acciones que considere adecuadas.

¿Quiénes van a formar parte de la Comisión de Sanación y Resolución?

La Oficina de Sanación y Resolución estará coordinada por personas especialmente capacitadas para el acompañamiento en este tipo de procesos de escucha, entre las cuales habrá miembros de Opus Dei y también personas externas a la organización. Para contactarse con la oficina se deberá escribir a escucha.ar@opusdei.org

Sobre el Motu Proprio 
"Ad Charisma tuendum"

¿El Papa Francisco castigó al Opus Dei con el Motu Proprio relativo a las prelaturas personales?

Cuando el Papa Francisco ha sido preguntado directamente sobre estas especulaciones en medios de comunicación, su respuesta también fue directa: “No es una cuestión solo del Opus Dei, sino de las prelaturas personales. En el esquema de la Curia, el Opus Dei dependía de la Congregación de Obispos, pero en el Código de Derecho Canónico las prelaturas se encuadran de otro modo, y había que unificar el criterio. Se estudió la cosa y se dijo, «que vaya la prelatura a la Congregación del Clero». Lo hice dialogando con ellos. Ha sido una cosa serena y normal hecha por canonistas, trabajaron incluso canonistas del Opus en el proceso. Y más adelante el Santo Padre añadía: “La medida es una reubicación que había que resolver. No es correcto agigantar la cosa, ni para hacerlos víctimas, ni para hacerlos reos que recibieron castigos. Por favor. Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia. El bien que hacen es muy grande”.

 

Para más información sobre Motu Proprio “Ad charisma tuendum” podés acceder a este enlace.

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